WOW!! Esa fue mi reacción al abrir el blog. Ya sé, sonará estúpido, pero.. Alguien me sigue! Ysi alguien me sigue significa que le importa, aunque sea un poquito, lo que me sucede. Que lindo, de verdad, mil gracias! Me puso muy feliz.

Ahora: (uff ya sé lo que van a pensar, muy pro ana, muy pro ana... pero no la nombra! Perdón, solo estoy enamorada :))

Bueno, explico: Éste año, académicamente, fui un desastre. Pasé toda la escuela y 1º y 2º de liceo con un mínimo de 8, y un máximo de 12. Fuí escolta de la bandera, y muy querida por las maestras. Ahora, este año en particular, fue desastroso. Porqué? Bueno, en primer lugar, en el verano empezé con Ana. Desde los doce años vomitaba esporádicamente, pero nunca había "decidido" ser ana, cosa que sucedió en febrero de este año. En paralelo a ésto yo seguía cortándome, historia que algún día contaré desde el principio. Para el comienzo de clases, en marzo, tenía que hacerme un control médico, como todos los estudiantes, para poder realizar Educación Física. Muy tranquila fuí al médico, creyéndome la más viva de todas. Me midió, me pesó, y con cara de sircunstancia anotó ambas cifras. Hizo pasar a mi madre, delante de ella hizo la relación altura-peso (llámese IMC), desplegó una tablita e indicó: "Que número ves acá?" Me preguntó. (Me tratás de idiota?!) "Quince", dije, como quien  pide que le alcancen la sal. "Ves esta tablita?" (vos ves una pared delante de mis ojos,?!) "Sí, la veo". "Bueno, esta tabla muestra lo saludable o no saludable. Acá dice que un IMC normal para una mujer de tu edad, es entre 20 y 25. Lo mínimo aceptable es 18, por debajo de eso se considera desnutrición". Dejé escapar una carcajada irónica, que se calló ante los ojos fríos de mi madre. La señora doctora dijo, exactamente, lo siguiente: "Podemos estar frente a un transtorno de la alimentación". Yo puse cara de "podés seguir inventando, total no me importa". Luego me revisó de pies a cabeza, me apretó el estómago, que no hizo más que crugir, me olió la boca, (que asco, no?), en la que encontró "aliento acetonado, como si no hubieras comido por horas", me observó la garganta, en fin. A partir de ahí, intenté comer sin protestar, no vomitar, demostrar gran interés por tragar grandes cantidades de comida, etc. Cosas "normales", en este mundo desquiciado. Hasta que... un día, a fines de abril, estaba en clases, y empezé a escribir. (Aclaro que escribo literalmente sin parar, todo el tiempo. Es una necesidad básica). Decía, estaba escribiendo y me puse a hablar de Ana, de que estaba harta de tener que simular que quería comer, de no poder vomitar, de sentirme controlada, de no poder cortarme sin generar un escándalo, (aclaro, que en ese momento mi madre ya sabía que me cortaba), etc. Muy contenta, guardé la cuadernola en mi mochila y salí al recreo. Mal, mal ahí. Recuerden, nunca salgan sin fijarse exactamente dónde dejan las cosas. Volví a clases, y agarré la cuadernola de la siguiente materia. Me llamó la atención que algunos compañeros no habían entrado a clases, algunos eran amigos, otro solo conocidos. Pero no me distrajo mucho. Al rato entraron, y punto.      A la salida, me fuí con mi amiga rumbo a casa, tranquilísimamente. De atrás y corriendo, venía otra compañera, diciendo que vuelva al liceo, que me llamaban de la adscripción. Medio anonadada, pegué la vuelta. Mi amiga conmigo, claro. La dejaron afuera, me hicieron entrar y cerraron la puerta. A partir de ese momento, un interrogatorio de magnitudes increíbles e imposible de recordar. Qué desayunaba, si había alguien más a la hora de almorzar, que me veían mas flaca,etc. (A qué vendrá todo esto? Me preguntaba. Ya sé, hay veces en que no demuestro mi gran capacidad intelectual...) Al rato no sé que chiste hice, algo así como que preguntaran lo que preguntaran, les iba a decir lo contrario de lo que hacía, y la adscripta dice: "Sí? a ver que vas a responder a ésto". Y se saca del bolsillo un papel muy familiar. "Tu madre está viniendo para acá". "Eh? Por qué?!" "Porque la llamamos, claro"... Se sobreentiende como terminó todo, no?       Tiempo después, ya con sesiones de psicólogos y psiquiatras semanales, varias pastillas por día y varios kilos más, el tema poco a poco se fue olvidando, y todo volvió a la normalidad. Es decir, ni una secuela, todo como antes. Solo que a esta altura del año (julio) mis notas habían decaído notablemente, y tenía 9 bajas, de 12. En agosto tuve 6, y mi madre lo tomó como un "podés salvar el año", a mí simplemente me daba lo mismo. No quería pasar, no quería repetir. No me importaba. A mediados de  septiembre, me entregaron de nuevo el boletín, en el cual figuraban 8 bajas de 12. Mi madre se desplomó y soltó todo lo que guardó por meses, si no por años. Gritó, lloró, amenazó, repartió culpas, insultó, y más. A la semana, todo como si nada. Con mi vieja es así: No es que hablamos las cosas, nos pedimos disculpas y llegamos a un acuerdo para volver a estar bien, no. De a poco y como quien no quiere la cosa, volvemos a la relación de siempre. Le planteé el dejar de ir a clases, dado que la situación no daba para más. No voy a explicar todas las conversaciones siguientes porque ya deben estar hartos de este tema, sólo sé que el día 29 de septiembre, dejé de ir a estudiar. Simplemente decidí no ir más, y así lo hice. Por supuesto, con las obvias consecuencias maternales. Gritos, y, sobre todo, repitió varias veces que "todo el año funcioné a caprichos, todo el año hice lo que quise". Yo: "ah sí? hice lo que quise? bueno, ahora SÍ voy a hacer lo que quiera, total, supuestamente, lo vengo haciendo, así que no notarás diferencia". Y dí un portazo. Siempre tuve que "pedirle" para poder hacer cosas. Ella trabaja de mañana hasta el mediodía, así que ayer, a las 12.15, le mandé un mensaje avisándole que iba a buscar a mi amiga al liceo. Al rato, le mandé otro avisandole que me quedaba a comer con ella, y mas tarde, otro avisándole que iba con ella al Géant, un centro comercial que queda a 20 minutos de mi casa. De ahí fuimos volvimos a la casa de mi friend, serían las 18 horas, y nos quedamos charlando. Mi vieja me deja estar en la calle hasta las 20 maso, en invierno, porque a esa hora ya oscureció. Sin embargo, eran las 21.15 y yo seguía, horondameente, suelta por ahí. A las 21.30 llama a lo de mi amiga para hablar conmigo, y simplemente me pregunta si estoy por ir a casa. Le digo que estamos charlando, que en un rato iré. Me dice que "no se me haga muy tarde, un beso". Y corta.

Tooooooodo esto, venía para explicar lo siguiente: Ése mismo miercoles, el veintinueve, anteayer, me corté mucho y lloré más aún, no por algo exactamente en particular, mas bien se me juntó todo, TODO. Así que eran las 19.33 y le escribí a Ale: "Hola! como andás? tenés tiempo? te animás a manderme reiki? uff, ahora que me ofreciste, aguantá!, jaja. o no se puede muy seguido? sorry, es que no tengo idea de cómo es". Pasaba el tiempo y él no me respondía, y yo más lloraba, al final, a las 23.40, decidí irme a dormir.     Al día siguiente, o sea ayer, Me depierto ( 9.10) y.... sí!! "un mensaje nuevo"!!. Ale: "Hola bonita como stas? A veces veo tu msj d noche y no cntsto, xo qdat tranki q siempre q m pidas t mando reiki, no hay límit :-) bsos" BONITA! Leyeron?!?? Pero esperen, que aún hay más. (sonrío de oreja a oreja solo de revivir el momento <3) Yo: "ah dale, demas. Yo mejor, ayer horrible. pero ta. dejé 'formalmente' el liceo. mil gracias. vos? como haces? parece que estuvieras feliz siempre, jaja". Ale, (prepárense..) : "jaja! no bb, nadie está feliz siempre ;-) Bueno una mañana linda t paso a buskr tomamos unos mats, charlamos y eso tepa? Cuidat! besos". SÍÍÍÍÍ!! Leyeron bien!! ME DIJO BEBÉ, Y ME VA A PASAR A BUSCAR!

Necesito una mañana linda...


Besos, paso por ahí




Molly